Asociación para el estudio de temas grupales, psicosociales e institucionales

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Grupos Multifamiliares desde el Psicoanálisis Integrativo, por Cristina Canzio y Vanessa Zurkirch


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Grupos Multifamiliares desde el Psicoanálisis Integrativo

Experiencia de sostén donde se encuentran grupos familiares y grupos institucionales en el Servicio Público en la ciudad de Florencia (Italia)

 Cristina Canzio[1] - Vanessa Zurkirch[2]

“Porque después de todo he comprendido

que lo que el árbol tiene de florido vive

de lo que tiene sepultado”

Francisco Luis Bernárdez

(Poeta Argentino, 1900-1978)

Descripción y origen del modelo teórico

Desde hace tres años, el Servicio de Salud Mental de la Infancia y Adolescencia de Campi Bisenzio (un municipio de la provincia de Florencia), está experimentando un nuevo modo de trabajo centrado sobre el aprendizaje de ser padres y sobre la gestión de la crianza de los hijos, a través del dispositivo de los Grupos Multifamiliares (GMF) desde el punto de vista del paradigma del Psicoanálisis Integrativo. Este modelo de intervención tuvo su origen partiendo de las bases teóricas del Psicoanálisis de la época (Laing, Freud, Bion, Foulkes, Klein, la escuela Inglesa, la Escuela Austriaca y otras escuelas).

La integración teórica de este paradigma fue ideada por el Doctor E. Mandelbaum, a través de su práctica clínica de trabajo por más de 45 años con familias y con sus experiencias realizadas en el Hospital José Tiburcio Borda en Buenos Aires junto a J. García Badaracco. El origen de este modelo ha sido construido durante años a través de su formación realizada con E. Pichon-Rivière, J. Bleger, F. Ulloa, M. Langer, E. Rodrigué, Grinberg y otros tantos que han contribuido a la elaboración de su postura teórica y clínica actual. Su experiencia se consolidó durante esos años, en los diferentes contextos sociales y culturales gracias a las luchas que en esos momentos estaban en voga por lograr un Psicoanálisis Democrático vinculado a la psiquiatría dinámica, que trataba de sacar el diván afuera del estudio del psicoanalista, de acuerdo con los cambios del contexto.

La predicción visionaria de S. Freud en “Psicología de las masas y análisis del yo” (1921) pone las bases psicoanalíticas donde apoyar nuestra praxis grupal y nos ayuda a trabajar, pensar y reflexionar sobre el quehacer grupal iluminando así el futuro del psicoanálisis aplicado:

“En la vida anímica individual, aparece integrado siempre, efectivamente, «el otro», como modelo, objeto, auxiliar o adversario, y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo y desde un principio, psicología social, en un sentido amplio, pero plenamente justificado”. 

El dispositivo del GMF ofrece un soporte novedoso para el individuo y la familia desde un punto de vista psicológico y social, considerando por un lado el sujeto como un pequeño fragmento de la sociedad, y por el otro una unidad primordial para la construcción del mundo interior, promoviendo su inclusión en la comunidad, representada por las otras familias presentes en el grupo. 

Los tres ámbitos estudiados por J. Bleger (1963) -"el psicosocial, el sociodinámico y el institucional"- no pueden ser escindidos en el juego de los fenómenos que suceden en cada uno de ellos. De hecho el Grupo Multifamiliar condensa en su interior estos elementos individuales, reconociéndolos como perteneciente a la sociedad misma. De este modo en el GMF encontramos un nivel más amplio de aquello que Pichon-Rivière (1955-1972) definía "segregación" del paciente en su entourage.  

Mandelbaum (2012) elabora, actualiza y enriquece este concepto proponiendo, a través de la experiencia de GMF, un dispositivo para reparar y evitar el "estigma”, facilitando y favoreciendo la salida de esa humillante condición. Este modelo presenta un dispositivo teórico y técnico que no solo hace referencia a una concepción psicoanalítica ampliada, sino también integrada con otras visiones teóricas/prácticas de las diferentes escuelas de psicoterapia, lo cual permite tratar patologías graves, como la psicosis, la sociopatías, la clínica de la violencia y las dependencias, que actualmente se producen cada vez con mayor intensidad y vehemencia en las poblaciones vulnerables de la sociedad global. 

El Grupo Multifamiliar, por su particular articulación e integración de los aspectos Psicoanalíticos individuales en un espacio ampliado, permite profundizar la comprensión de las dinámicas intrapsíquicas del sujeto que se manifiestan a través de sus “vínculos” (E. Pichon-Rivière, 1985) con los otros participantes, permitiendo un acentuado progreso en el curso del proceso terapéutico. 

El objetivo de nuestro trabajo es el de promover y mejorar la vida familiar en los diferentes ámbitos de la comunidad, además de ofrecer un sostén a los participantes en los casos de graves problemáticas relacionales entre los miembros de la familia y de las parejas separadas o en vías de separación.  

Nuestras intervenciones, como coordinadoras, están destinadas a crear una red que funciona como continente que favorece un clima acogedor y relajado en el que los problemas y conflictos no resueltos de la vida pueden expresarse libremente. Metafóricamente podríamos definir nuestras intervenciones como "células gliales" que tienen la función de sostener, proteger y nutrir el tejido neuronal promoviendo la confianza, la continuidad y la seguridad del grupo, el cual realiza su proceso a través de esta red.

De esta forma se establece un clima emocional entendido como:  

"La sumatoria de las interacciones de los estados emocionales individuales creados a través de la escucha, el afecto y el respeto, que tienen como objetivo generar dentro del grupo una esperanza de cambio" (Mandelbaum E., 2015).  

El compartir las propias experiencias con otras familias es la modalidad de funcionamiento específico de los Grupos Multifamiliares, favoreciendo la emergencia de pensamientos y reflexiones que activan las identificaciones, a través de la "resonancias emocionales" entre los miembros del grupo. Esto permite de re-vivir momentos del proprio pasado, ofreciendo una nueva posibilidad de elaborar situaciones no resueltas, generando nuevas respuestas a viejos y disfuncionales comportamientos, además de mitigar el sufrimiento y el sentimiento de soledad, lo que facilita a los participantes el acercarse a la esperanza de una vida mejor. 

Si, como afirma Mandelbaum (2010), "el hombre se enferma en grupo y solamente es en el grupo donde puede encontrar su curación", los participantes se convierten de este modo ellos mismos, en agentes de cambio para sí y para los demás. El alivio que se genera al confrontarse con las resonancias puestas en juego durante el grupo, permite a cada uno re-contextualizar su propia vivencia, en efecto, cuando los participantes ven, sienten y escuchan el mundo de los demás, pueden re-posicionarse y, de esta manera, re-crear nuevos vínculos con los otros y con sí mismos. Este es el primer fenómeno grupal que se puede observar en los Grupos Multifamiliares; si el “paciente” viene con su familia, la familia mejora y no vuelve hacia atrás, porque el grupo les ofrece una nueva mirada pudiendo acceder a una vivencia diversa de la problemática expuesta. Palabras de un participante:

"Escuchando hablar a los otros, me hago una auto-interrogación que me lleva a verme a mí mismo y a la relación que tengo con los demás". 

Las resonancias afectivas presentes en el aquí y ahora del grupo, pueden manifestarse de modo individual, diádico, triangular, de grupo y de grupo multifamiliar, permitiendo que se produzcan identificaciones y proyecciones "entrecruzadas", favoreciendo y promoviendo la aceleración del proceso terapéutico.

Palabras de otro participante:

"Yo vengo aquí desde hace tres meses y me doy cuenta que con el grupos mis tiempos de crecimiento se han acortado... desde diciembre hasta ahora se me ha abierto un mundo diferente con nuevos caminos... yo no pensaba a esto... a tal punto que dije a mi madre y a mi hermana que tendrían que venir al grupo... ". 

Podemos observar una diferencia respecto a los grupos terapéuticos tradicionales, en referencia a los GMF, porque en éstos la familia se confronta con modelos y vínculos internalizados de la propia dinámica familiar con aquellos que traen las otras familias presentes en el grupo. Los participantes son padres, hijos, madres (a veces solas, a veces con nuevas parejas e hijos), abuelos, tíos y también otros familiares.

Las reuniones grupales se realizan una vez por semana y tienen una duración de 90 minutos cada una.  

Origen de la experiencia y metodología de trabajo 

Las familias que componen el grupo presentan comportamientos disfuncionales vinculados a temas que se refieren a:

- la desilusión de las expectativas en referencia a la pareja y a la familia actual, por un pasado idealizado; - los sentimientos de frustración y agresividad de frente a la propia incapacidad de resolver algunos problemas;

- las diferentes tareas que cada padre o madre tienen que realizar en el grupo familiar;

- la adjudicación de culpa por parte de uno de los miembros hacia otro, respecto a sus propias faltas;

- la necesidad de escapar del proprio sufrimiento;

- la inadecuada posición de frente a la realidad, así como la acumulación de obligaciones y responsabilidades que conlleva el propio rol;

- el hecho de ser padre o madre en el mundo actual revisitando la propia afiliación a la familia de origen, a través de la repetición del modelo transmitido a los hijos;

- y finalmente, al modo en que los hijos ven y viven a los padres y a la pareja parental. 

Se trata de familias que vienen a aprender cómo gestionar las dificultades del cambio, cómo enfrentar enfermedades genéticas, cómo manejar la diversidad, cómo ponerse de frente a la falta de la función paterna o materna, adolescentes con episodios delictivos, con adicciones de diversa índole (drogas y alcohol), con problemas vinculados a la identidad de género, dificultades económicas, comportamientos violentos, adopciones etc.

Las diez familias convocadas fueron enviados por el Servicio de Salud Mental y algunas a pedido del juez del Tribunal de Menores, siendo enviadas por el equipo de psicólogos, neuro-psiquiatras, psiquiatras y asistentes sociales que siguen las familias en el servicio público; algunas de ellas tienen la obligación de participar y algunas concurren de manera espontánea.

El grupo se prepara así para brindar un funcionamiento donde el proceso de crecimiento y maduración de padres e hijos, se van integrando silenciosamente a veces, otras más ruidosas, aspectos individuales con aspectos de pareja, de familia y entre familias, ofreciendo la oportunidad de "visualizar" un modelo de funcionamiento destinado al aprendizaje de los diferentes roles.

Esto se da a través del interjuego de proyecciones e identificaciones entre los participantes, sacando a la luz las dificultades, los secretos y los conflictos mantenidos por mucho tiempo ocultos, en general, esto ocurre después de la separación de los padres, o bien en medio de las llamas de los conflictos.

Otro material del grupo lo encontramos a través de situaciones que se han acumulado y que no han sido clarificados en el curso de la vida cotidiana. En efecto, muchos de ellos narran que se han encontrado viviendo una realidad diversa que ya no corresponde a la realidad que se había construido durante las primeras fases del proprio núcleo familiar, esto es una oportunidad para iniciar litigios y discusiones.

Es así, como en el aquí y ahora del proceso grupal pueden comenzar a transformarse los vínculos que habían sido instituidos dentro de las relaciones familiares, junto a otros contenidos negados y secretos.

La característica del GMF es que todo esto sucede con la presencia real de otros miembros de la propia familia y de otras familias, permitiendo la reactualización de antiguas estereotipias relacionales, que se van desanudando poco a poco y continuamente durante las intervenciones del grupo y de los coordinadores, los cuales garantizan una protección a los participantes a través de su presencia y del mantenimiento del setting grupal.

Como primer momento inicial en la creación del grupo el equipo que ha enviado las familias al grupo multifamiliar ha comunicado a las familias participantes, a través de nuestra indicación, una serie de informaciones referidas a los encuentros, que más abajo reportamos con la finalidad de poder ilustrar el enfoque utilizado en nuestro trabajo:

“CONVERSANDO ENTRE FAMILIAs”

“Ayudando a resolver problemas”

“Las familias pueden presentar dificultades inherentes al paso de las etapas normales de su evolución.

Por ej.: las relaciones con los adolescentes en su crecimiento y maduración emocional.

En ocasiones es difícil el mantenimiento de los vínculos funcionales en la pareja, dando origen al malestar matrimonial. También resuenan en la vida familiar las dificultades laborales, con sus consecuencias en la vida económica de la familia.

Otras veces influyen en el malestar los duelos y pérdidas significativas o la presencia de la enfermedad física y/o mental, en sus distintas manifestaciones.

Las familias, al aislarse en su dolor, viven estas experiencias dramáticamente. Cuando pueden ser compartidas con otras familias, se producen resonancias y aprendizajes que alivian y permiten mejorar su calidad de vida”

Esta experiencia -hoy todavía en curso- es portadora de una metodología operativa en la cual podemos distinguir cinco grupos de trabajo, que se integran en el dispositivo de campo ampliado característico del Grupo Multifamiliar desde el punto de vista del Psicoanálisis Integrativo. 

1. El grupo del equipo que envía los pacientes (psicólogos, trabajadores sociales, educadores, neuro-psiquiatras infantiles, etc.) que al principio nos han comunicado algunas informaciones esenciales de las familias; 

2. El grupo de las familias que participan en los encuentros multifamiliares

3. El grupo de las coordinadoras -autoras del artículo- que como praxis de trabajo se confrontan en una “Reunión de Elaboración”, de 90 minutos, después de cada encuentro, con la finalidad de discutir y reflexionar sobre el material que surge en el encuentro, tratando de comunicar las observaciones y resonancias sobre las dinámicas que han aparecido en los diversos niveles, a saber: individualmente, en la pareja, en la familia y en las otras familias, un todo integrado que representa la Hipercomplejidad que el Grupo Multifamiliar debe afrontar en cada encuentro. 

4. El grupo de las coordinadoras que realiza una supervisión semanal, vía skype, con el Doctor Mandelbaum para la comprensión clínica y teórica de la dinámica grupal en acto y para revisar la pertinencia de las intervenciones realizadas por las coordinadoras y el material aportado por los participantes. 

5. El grupo del equipo en su totalidad, formado por el grupo institucional:

(Psicólogos, asistentes sociales, educadores, psiquiatras infantiles etc.), junto con las coordinadoras, en supervisión vía Skype, para compartir e integrar las informaciones, las resonancias y el significado de la experiencia que el equipo realiza en su totalidad.

Estas cinco realidades grupales son fundamentales para el proceso del Grupo Multifamiliar, ya que envuelve todos los niveles de participación (pacientes e institución) en un proceso de enseñanza y aprendizaje, que recuerda la espiral dialéctica creada por Pichon-Rivière (1955-1972): 

"El sujeto sano en la medida en que aprende el objeto, lo transforma, y va haciendo un aprendizaje operativo, modificando a sí mismo, y entrando en una interjuego dialéctico con el mundo, en el cual la síntesis se convierte en el punto de partida." 

En la óptica del Psicoanálisis Integrativo, este concepto se reformula como una trasformación dialéctica en forma de espiral helicoidal que procede con un movimiento de mutua retroalimentación entre los contenidos latentes y manifiestos. Con este propósito, es que los miembros de la Estructura Organizativa de la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia han sido invitados a asistir a los encuentros del Grupos Multifamiliar, así como otros miembros de las familias de los participantes, con la finalidad de generar una sinergia positiva dentro del grupo, el objetivo de esta estrategia es hacer participar las familias y el equipo que envía a los temas en los cuales todos, sin lugar a dudas, están envueltos.

En otras palabras, se trata de crear un clima de trabajo entre las familias al interior de una familia institucional que contiene y que se ofrece como modelo de funcionamiento. El trabajo con el equipo institucional es un elemento basilar del GMF. Por '"equipo" se entiende, el modelo descrito por el Psicoanálisis Integrativo, que indica el conjunto de todos aquellos que se relacionan con el paciente y con la familia. Esta configuración de trabajo permite a los terapeutas y a los otros roles profesionales que trabajan con las familias, coordinar las tareas de manera más operativa, “aprendiendo de la experiencia” (Bion).

A fin de favorecer y sostener la presencia de los participantes al grupo, ha sido realizado un trabajo delicado y difícil desde el punto de vista de la gestión de las emociones, en particular modo en los primeros encuentros, donde se crean los primeros contactos, alianzas, identificaciones, expectativas y defensas.

Nuestra atención se ha focalizado sobre las interacciones iniciales de los participantes y sobre las rondas preliminares de conocimiento del terreno grupal por parte de los participantes y de las coordinadoras, así como también la depositacion emocional que se pone en juego en este nuevo y estimulante trayecto, donde los participantes proyectan la propia confianza o desconfianza sobre el grupo, después de haber realizado en general muchos tentativos fallidos de terapias en el pasado con la consecuente desilusión.

Con la finalidad de ayudar los integrantes a familiarizarse con la modalidad de trabajo del grupo y con el proceso en curso, hemos pedido a los participantes asistir por lo menos cuatro veces a los encuentros, dejándolos libres de elegir si desean continuar o no la experiencia, después de haber experimentados los primeros movimientos grupales que de algún modo transmiten una idea y una perspectiva de esperanza de cambio.

Aspectos dinámicos del Grupo 

En la dinámica de los encuentros grupales existe un hilo conductor que el coordinador comienza a construir en su propia mente, tomando algunos aspectos del material emergente en la sesión a través de los diferentes "portavoces" (Pichon-Rivière E., 1955-1972), en los cuales se expresa lo que está circulando en manera latente en el grupo. 

Mandelbaum (2015) describe en su libro “Teoría y Práctica del Grupo Multifamiliar desde el Psicoanálisis Integrativo” los diferentes tipos de transferencia que se actualizan en el GMF abarcando la transferencia entre pares y la intergeneracional que se diferencia de la “transferencia única”, que es característica de la terapia individual, porque en el GMF la transferencia se manifiesta de frente a la propia familia y en presencia de las demás familias. Por esta razón, concibe el GMF como una terapia de “grupo de grupos” (grupos de familias).

En este sentido, recordamos la definición de transferencia "única" de J. Laplanche y J. B. Pontalis (1967) que se diferencia de la múltiple: 

"La transferencia consiste en el proceso por el cual los deseos inconscientes se actualizan sobre determinados objetos en el ámbito de una determinada relación establecida, sobretodo nos referimos al interior de la relación analítica. Se trata de una repetición de prototipos de la infancia que son vividos con un fuerte sentimiento de actualidad". 

- Transferencia múltiple. Durante los encuentros, los participantes eligen, entre los presentes, un depositario transitorio sobre el cual depositar los propios vínculos conscientes e inconscientes, de manera de recrear una correspondencia que asemeja a la trama familiar originaria, de este modo se genera una interdependencia entre ellos. Esta particularidad se difunde en el grupo de manera entrecruzada, dando origen al fenómeno multifamiliar de la hipercomplejidad. La emocionalidad que se transfiere sobre los depositarios elegidos, producen una red de intercambios en la cual se juega la elaboración de la transferencia primitiva. 

- La transferencia entre pares. Se manifiesta adentro de la transferencia múltiple generando interdependencias entre los pares jerárquicos de las familias (padre con padre, hijos con hijos, pareja con pareja ex.). Este fenómeno crea una nueva ocasión de vínculos entre los diversos participantes y permite de modificar y elaborar la repetición de la transferencia. Sucede que a veces la palabra de un participante paritario sea más incisiva y resuene más que el comentario del coordinador porque ofrece la posibilidad de escuchar esa palabra desde un lugar diferente de la coordinación. 

- La transferencia intergeneracional. Permite poner en marcha antiguos vínculos familiares proyectando contenidos sobre un participante de generación diversa, ofrece así al sujeto la posibilidad de elaborar aquí y ahora la repetición del vínculo originario. Por ejemplo, un padre dice a un hijo “Cuando yo era adolescente como tú, recuerdo que…”. Esto permite ver cómo un padre diferente de un padre original habla a un hijo que podría también ser el proprio.

Podemos enumerar tres componentes esenciales que se manifiestan en el proceso del grupo: -

El efecto de la resonancia que permite a los sujetos asociar su propia situación personal con las representaciones evocadas a través de las intervenciones de las otras familias (por ejemplo, "también me pasó a mí..."). Esta resonancia despierta, en los participantes, la vivencia de la propia familia interna pudiendo ser compartidos, pensados y elaborados desde diferentes puntos de vista. Este es uno de los mecanismos de aceleración del proceso de cambio. A este propósito, citamos un escrito de Freud de 1917, “La teoría de la libido y el narcisismo” para entender esta modalidad de funcionamiento del GMF como nuevo recurso al tratamiento de las patologías actuales:

“Las neurosis narcisistas son apenas abordables con la técnica que nos ha servido en el caso de las neurosis de transferencia. Pronto sabrán la razón. Siempre nos ocurre que tras un breve avance tropezamos con un muro que nos detiene. Como ya saben, también en las neurosis de transferencia tropezamos con barreras parecidas que oponían la resistencia, pero pudimos desmontarlas pieza por pieza. En las neurosis narcisistas la resistencia es insuperable; a lo sumo, podemos arrojar una mirada curiosa por encima de ese muro para atisbar lo que ocurre del otro lado. Por tanto, nuestros presentes métodos técnicos tienen que ser sustituidos por otros; todavía no sabemos si lograremos tal sustituto. Es verdad que tampoco con estos enfermos carecemos de material. Ellos aportan toda clase de manifestaciones, si bien no en calidad de respuestas a nuestras preguntas; y provisionalmente nos vemos constreñidos a interpretar estas manifestaciones con ayuda de la comprensión que hemos adquirido sobre la base de los síntomas de las neurosis de transferencia”. 

- El modeling es otro elemento que favorece la mejoría de las relaciones familiares y funciona como una modalidad de comportamiento que las familias desarrollan como expresiones propias que son visibles y observables por todos (no como un "consejo" por parte del terapeuta o de los participantes). En esta fase se producen las identificaciones con otras familias, las percepciones que generan “insight” y la producción de sentimientos de esperanza. Las familias, a este punto, comienzan a desarrollar conductas reparadoras más pertinentes a las necesidades emocionales de los propios miembros familiares, para abordar y resolver los conflictos de una manera más adecuada. La historia de sus experiencias se propone como un modelo que puede ser utilizado también por los demás participantes durante el proceso de elaboración. 

- El cambio y el restablecimiento de las relaciones afectivas; esto se produce a través de la mejoría de los vínculos familiares, transmitiendo a los participantes la idea de amarse, respetarse, de ser capaz de preservarse y protegerse, creando un aumento de la propia autoestima que alimenta la sinergia positiva; de esta manera se confirman los cambios en la dinámica familiar. En este proceso de restablecimiento, los padres sienten que pueden ayudar a sus hijos y viceversa. Todo esto se produce dentro del movimiento helicoidal del Psicoanálisis Integrativo.  

Conclusión Hemos expuestos en este artículo un modelo de terapia grupal que se ocupa del individuo, de su familia y de otras familias además de incluir el equipo institucional que trabaja junto con ellos. 

El Grupo Multifamiliar representa una novedad que conlleva una originalidad, muy trabajosa por cierto, y como afirmara J. García Badaracco no deja de ser una ''experiencia privilegiada", porque propone conexiones diversas que van desde teorías del pasado a ideas actuales que se refieren al proceso terapéutico en donde se tratan las nuevas patologías.

En esta perspectiva, los participantes modifican los aspectos disfuncionales vinculados a la propia historia, renovando su funcionamiento, como personas, en el seno de la propia familia. 

Este dispositivo permite tratar un gran número de pacientes, simultáneamente, ahorrando tiempo, espacio y recursos. El setting del GMF permite de reunir el contexto familiar y social, en el cual cada uno puede encontrar elementos que le pertenecen.  Este recurso puede ser aplicado en diferentes ámbitos institucionales, además del de la salud mental, como el de la educación y de la justicia, teniendo en cuenta que un niño o un joven con dificultades en los procesos de aprendizaje que abandona la escuela, desarrolla conductas patógenas, siendo siempre un representante “emergente” de una familia disfuncional. 

El GMF trabaja directamente sobre las configuraciones familiares, con la finalidad de rescatar los aspectos positivos y potenciar las interacciones normogénicas que están presentes en cada familia y en cada individuo. 

Si los padres pueden hablar y comunicar con sus hijos, éstos tienen un mejor destino. Esta experiencia nos permite confirmar los aspectos teóricos y técnicos de este dispositivo aplicado al GMF. 

La condición de escucha, respeto y afecto del dispositivo permite a los terapeutas y participantes poder aprender del proceso, que es la acción principal de la transformación y del intercambio entre los protagonistas, enriqueciendo las familias, las instituciones y la técnica misma de la coordinación grupal. 

Esperamos entonces un nuevo giro helicoidal...  

“La belleza es crecimiento, maduración y civilización compartida con los otros”Comentario de un anónimo ciudadano napolitano entrevistado por la calle sobre el film “La Grande Bellezza” (P. Sorrentino 2014)   

Agradecimientos

Queremos agradecer la disponibilidad profesional e institucional de la Dr. Cristina Pratesi (Responsable del Servicio de Salud Mental Infancia y Adolescencia del Ayuntamiento de Campi Bisenzio, Florencia, Italia) y de su Equipo de Trabajo que nos ha permitido y permite llevar adelante esta interesante experiencia.

Bibliografía

- Bleger J., (1963), “Psicología de la conducta”, Paidós, Buenos Aires.

- Freud S., (1917), “Conferencias introductorias al psicoanálisis”, parte III conferencia 26: “La introducción de la libido y el narcisismo”, En obras completas, Amorrortu. Tomo XVI, Bs. As. 2011.

- Freud, S. (2013). “Psicología de las masas y análisis del yo”. FV Éditions.

- García Badaracco J. E., (2000), “Psicoanálisis Multifamiliar”. Buenos Aires, Paidós,

- Laplanche J., Pontalis J. B., (1967), Enciclopedia della psicoanalisi, Laterza, Roma-Bari, 1993.

- Mandelbaum, E. Alazraqui, B. Koziol, S., (1970), Comentarios sobre una experiencia clínica de un grupo multifamiliar de familias con miembros psicóticos. En Slutzki, C. Berenstein, I., Bleichmar, H. Maldonado Allende, I. (comps) Patología y terapéutica del grupo familiar. (pp 232-234) Acta para la Salud Mental. Buenos Aires.

- Mandelbaum, E. (2010), “Intervenciones en el Grupo Multifamiliar” Publicado en Actas del V Congreso Argentino de Salud Mental” 6, 7, 8 de Mayo 2010, Buenos Aires, Argentina.

- Mandelbaum, E. (2012), El problema del diagnóstico y la estigmatización en los Grupos Multifamiliares” Publicado en Actas del VII Congreso Argentino de Salud Mental 28, 29 y 30 de mayo 2012 Buenos Aires, Argentina.

- Mandelbaum E., (2015), “Teoría y práctica del grupo multifamiliar, desde el psicoanálisis integrativo”, Ediciones del Candil, Becar.  

- Pichon-Rivière E. (1955-1972). El proceso grupal. Del Psicoanálisis a la psicología social. Nueva Vision, Buenos Aires.

- Pichon-Rivière E., (1985), Teoría del Vínculo, Nueva Vision, Buenos Aires, Edición n°2, Octubre 2000.


[1] Psicologa Psicoterapeuta. Socio Ordinario. Didacta. Docente de Grupos AFPP (Ass. Florentina Psicoterapia Psicoanalitica e Scuola di Specializzazione di psicoterapia ) APOP e OPIFER – (EFPP). Vive y trabaja en Florencia.

[2] Psicologa. Tirocinante. Specializzanda Istituto Italiano Psicoanalisi di Gruppo IIPG, Milano. Vive y trabaja en Florencia.

Han participado en el “Primer y Segundo Encuentro Internacional de GMF” (abril 2013-abril 2015) en el Hospital Central de San Isidro en Buenos Aires, Argentina y en las experiencias de los GMF en las villas de emergencia de Buenos Aires. El presente trabajo ha sido presentado en el Congreso Internacional de Grupos de la IAGP, en Rovinj, Croazia, septiembre 2015, como representantes de la Associazione Italiana Gruppi Multifamiliari. 

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